Six Sigma es una técnica o metodología de gestión y organización empresarial aplicable a empresas de cualquier ámbito. Su objetivo es reducir los fallos o defectos de los productos a un nivel prácticamente nulo.
Esta metodología fue creada en los años 80 por Bill Smith en Motorola y busca el principio de “cero defectos”, lo que en la práctica se traduce en que su aplicación debería garantizar, en su nivel más óptimo, un valor máximo de 3.4 defectos por cada millón de unidades producidas (3.4 DPMO) o, lo que es lo mismo, garantizar una eficiencia del 99.99966%.
Este concepto tiene fuerte relación con variables estadísticas como la desviación típica estándar (σ) y con otros conceptos estadísticos como la distribución normal o campana
En el campo de la fabricación, se utilizan para expresar la proporción de productos que entran y que no entran en tolerancia al finalizar su producción, es decir, para controlar la variabilidad de la producción
Por ejemplo, en una fábrica dedicada a la producción de ejes, de cada millón producido, únicamente entre tres y cuatro ejes, serán desechados al final de la línea de producción. Con esta consideración inicial, se puede deducir que su objetivo principal es evitar que un producto defectuoso llegue al cliente final. Es importante indicar que, en este contexto, se entenderá como producto defectuoso todo aquel que no entre dentro del margen admisible por el cliente (tolerancia).
La utilización de la técnica de gestión y organización Six Sigma en compañías da lugar a una serie de beneficios o ventajas muy relevantes para los resultados de la misma:
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