SMED, por sus siglas en inglés “Single Minute Exchange of Die” es una herramienta que se utiliza para reducir la cantidad de tiempo que lleva pasar de ejecutar un proceso en una operación a ejecutar otro. Además de mejorar el tiempo del ciclo de un proceso, SMED puede ayudar a reducir costos y aumentar la flexibilidad dentro de un proceso.
El título “un solo minuto” se refiere al objetivo de reducir el tiempo de cambio a minutos de un solo dígito, de un máximo de nueve minutos a uno (si es posible).
El método SMED surge a raíz de la necesidad de reducir el tamaño de los lotes de producción y material en proceso en la consecución de procesos productivos JIT (Just-in-time) con la capacidad de manejar una alta variedad de producto sin recurrir a altos niveles de inventario.
El objetivo de este sistema es convertir el mayor número posible de actividades que se realizan durante el tiempo de cambio en tareas externas (ejecutadas mientras el equipo está en funcionamiento, antes o después de la parada), así como simplificar y agilizar los pasos restantes.
Pasos del SMED
1. Observar, comprender y medir
En la primera etapa debemos seleccionar el equipo y analizar todas las operaciones que se realizan durante el cambio.
Uno de los principales objetivos de esta fase es obtener el tiempo de ciclo estándar del proceso y detallar todos los movimientos que tienen lugar desde que se produce la última unidad buena de un lote hasta que se produce la primera unidad buena del lote siguiente.
Luego de registrar la operación y analizar en profundidad las actividades, debemos crear un equipo de trabajo multidisciplinario.
2. Identificar y separar elementos externos e internos
El siguiente paso es identificar todas aquellas actividades que pueden ser externas, es decir, que se pueden realizar con la máquina en producción, por tanto, su tiempo de ejecución no afecta el tiempo total del ciclo del proceso.
Algunos ejemplos de tareas externas son:
• Recuperación de piezas, herramientas, materiales y/o instrucciones.
• Inspección de piezas, herramientas y/o materiales.
• Tareas de limpieza que se pueden realizar mientras se ejecuta el proceso.
• Controles de calidad de la última tirada de producción.
3. Convertir tareas internas en externas
En esta fase definimos el plan de acción para convertir en externas cada una de las actividades internas previamente seleccionadas. Deberíamos empezar por aquellos procesos internos que más alargan el tiempo de cambio.
4. Simplifique y perfeccione las tareas restantes.
Una vez que se hayan transferido tantas operaciones internas como sea posible a operaciones externas, el equipo debe proponer ideas de mejora para reducir los tiempos de ejecución de las actividades que solo se pueden realizar con el equipo en funcionamiento.
Esta evaluación se realizará con el fin de optimizar estas tareas, para que puedan completarse en menos tiempo. Por ejemplo, eliminar ajustes excesivos o evitables de la máquina, reducir tiempos de espera, eliminar movimientos innecesarios, etc.
Beneficios de la metodología SMED
• Reducción de tiempos no productivos.
• Reducción del tamaño de lote sin afectar el precio final del producto.
• Reducción de inventario y liberación de espacio de almacenamiento.
• Mayor control de WIP.
• Mayor productividad.
• Aumento en la eficiencia general del equipo (impacto positivo en la disponibilidad de los equipos).
• Mejora de la competitividad empresarial.
• Reducción de costes de producción directos e indirectos.
• Mayor flexibilidad y agilidad ante cambios en la demanda.
• Plazos de fabricación más cortos y tiempos de espera reducidos para los clientes.
• Estandarización de procesos.
Conclusión
SMED es una herramienta valiosa que se centra en reducir el tiempo que llevar realizar cambios o configuraciones de equipos, generalmente en procesos de fabricación donde las máquinas deben ajustarse para diferentes productos o tareas. Los tres factores clave para el SMED son: 1) involucrar a los empleados para que aporten ideas y mejoras en los procedimientos de configuración y fomentar la propiedad del proceso de cambio, 2) enfatiza la estandarización de procedimientos, herramientas y prácticas de configuración para hacer que los cambios sean más eficientes y consistentes, 3) separar las tareas de configuración internas y externas, simplificando y racionalizando las tareas internas para reducir el tiempo de inactividad.
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